jueves, 21 de enero de 2016

NOTICIA: San Blas rescata el paloteo

El pueblo recupera el grupo de danzas tras casi tres décadas en el olvido.


El grupo de danzas lleva sin bailar casi treinta años. - dl

armando medina | villamandos  21/01/2016
diariodeleon.es
Todo surgió en una conversación de bar. Al abrigo de unas cañas, allá por el verano del 2014, un grupo de vecinos de Villamandos comenzó a barajar la idea de recuperar la danza, que había actuado por última vez en 1988, hace casi tres décadas. «La mayoría somos gente que por diversas circunstancias no pudimos bailar en su momento. Y se nos quedó clavada esa espina», señalan. Todo se quedó ahí. Hasta que en agosto de 2015 volvieron al tema ya más en serio. Y al poco tiempo comenzaron con los ensayos.
Aunque el grupo de baile lo componen ocho danzantes, hay nueve apuntados. «Tiene que haber algún reserva, por si acaso. De todas formas bailaremos todos. Iremos rotando». A ellos hay que sumar los dos birrios. Y al frente de todo Manuel González, un entusiasta de 84 años que hace las labores de preparador.

La danza de Villamandos está ligada íntimamente a la fiesta de san Blas. «Yo la vi toda la vida», asegura González, que aún hoy sigue elaborando con sus propias manos los palos a partir de ramas de acacia.
Se trata de unos bailes con castañuelas y paloteo, una reliquia de gran valor etnográfico extendida por gran número de localidades del sur de la provincia de León y otras limítrofes.

El traje de los danzantes de Villamandos es similar al de otros pueblos, pero con sus propias peculiaridades. Según cuenta el señor Manuel, se compone de zapatillas, pantalón y camisa blanca. Cancán y falda. Mantón, «cada uno el suyo», pañuelo al cuello con un anillo en el centro y las puntas vueltas hacia los hombros, una cinta a cada brazo, pañuelo en la cabeza y tres lazos a la espalda de colores, distintos en cada bailarín. A ello se suman los palos y las castañuelas para los bailes, que son acompañados de dulzaina y tamboril.

Birrio y birria
Es una figura que aparece en todos los grupos de danzas de la zona. En algún caso representan a las fuerzas del mal. Aquí, aseguran, que van marcando los lazos a los danzantes, indicando fallos y «atropan el dinero. Aunque si un danzante se equivoca le dan con el badajo». Tienen la peculiaridad de ser birrio y birria, con sus propias caretas distintas cada uno.

Aunque en ediciones próximas intentarán recuperar toda la tradición entorno a la danza como la «orca de la birria», este año el grupo tendrá dos actuaciones. La más importante será en la procesión de san Blas, el 3 de febrero. Y harán una exhibición el día 6. Quizás actúen en junio por el Sagrado Corazón, que también era tradicional.

El Ayuntamiento colabora con la iniciativa.




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