domingo, 29 de noviembre de 2015

NOTICIA: Una década entre los mejores quesos del mundo

La quesería El Palacio vuelve a alzarse con un oro y dos platas en los World Cheese.

Cipriano de Lera junto a su hija Beatriz posan con algunos de sus quesos.- medina

armando medina | toral 29/11/2015
Lo han vuelto a hacer. La familia De Lera repite un año más colocando sus quesos entre los mejores del mundo. Y así llevan haciéndolo desde hace una década. Todo un logro para una pequeña empresa que bajo la marca El Palacio elabora en Toral de los Guzmanes. En esta ocasión se han alzado con una medalla de oro y otra de plata en su Curado y una plata en su Añejo, en los World Cheese Awars, el concurso de quesos más importante del planeta que se falló hace unos días en la ciudad inglesa de Birmingham.
 
Todo comenzó el 4 de agosto de 2005. «Ese día empezamos a hacer queso», señala Cipriano de Lera, ‘Nano’. Entonces fueron él y su mujer Emma los que se embarcaron en esta aventura. Y no lo han debido hacer mal cuando sólo un año después, en 2006, ya logran el Cincho de Oro, uno de los galardones más prestigiosos a nivel nacional. Después dieron el salto al certamen mundial de los World Cheese con varios oros, platas y bronces en 2009, 2010, 2012, 2013 y 2014. Por el camino, varios reconocimientos más locales como la Feria de Productos de León u otros concursos similares. Hoy su hija Beatriz también se ha sumado al proyecto, garantizando la continuidad del mismo.
 
Este 2015 también ha estado cargado de trofeos. El pasado mes de abril consiguieron un tercer puesto en el Salón de Gourmets de Madrid. Y ahora, las citadas medallas de oro y plata al ‘Queso Curado elaborado en ganaderías de una producción semanal menor de dos toneladas’. Y la de plata en el Añejo en el apartado de ‘Queso Curado Puro de Oveja’.
 
«Nuestra gran ventaja sobre las grandes empresas productoras de queso a nivel industrial es que nosotros tenemos la leche. Todos nuestros quesos se elaboran a partir de la leche que dan las ovejas de nuestro rebaño. Nosotros cuidamos el ganado y lo ordeñamos. Y eso nos garantiza una leche de primera calidad que después se refleja en los quesos», comenta orgulloso Nano.
 
La provincia de León ha salido muy bien parada de esta edición de los World Cheese Awars. Otras empresas como Marsan, Manzer, San Vicente, Los Payuelos y Valdeón también han logrado premios. «Yo creo que hemos dejado bien alto el nombre la provincia», señala De Lera.

viernes, 27 de noviembre de 2015

NOTICIA: El mejor clásico, el más actual

El más especial de los corros de la lucha leonesa vuelve a despertar la máxima atracción para la XXII edición ‘de los nuevos tiempos’, la que mañana acoge el pabellón Vadinia de Cistierna.


Imagen histórica de corro tradicional (en Lugueros), motivo del cartel del
Montaña - Ribera 2015.- D.L.

A. Barreñada | León 27/11/2015
«Ni Champions, ni el Madrid-Barça... ¡Éste es el Clásico!» Lo dice, tal que asina, uno de los de la lucha en comentario de los que, en estos días previos, animan (como nunca antes) los sitios de las redes sociales en los que se va haciendo corro. Y tiene sobrada razón en lo dicho.
A mediodía de hoy está prevista la presentación oficial, en el Palacio de los Guzmanes, del Gran Corro Tradicional Montaña-Ribera 2015, que tendrá lugar mañana sábado, a partir de las cinco de la tarde, en el pabellón ‘Vadinia’ de Cistierna. Sede montañesa, en justa aplicación del turno en alternancia que viene sucediéndose desde 2005, cuando también la villa del Esla bajo Peñacorada acogía la celebración de tan especial encuentro, con el que se pone broche a la temporada oficial de los cintos.
Hasta ese año, en el que Eduardo Díez, tras combate con Álvaro González, alzó el gallo para los de las tierras altas (como también lo había hecho en el anterior el buen «Oso» de Pallide, su rival último Julio Álvarez «el Helicóptero»), y desde el de 1994 (cuando «el Bonachón» Amabilio Robles de Villasinta le ganó la baza definitiva al «Che» Escanciano de Prioro en el Palacio de Deportes), el Montaña-Ribera se había disputado de forma estable, y conforme al formato que actualmente mantiene, en la ciudad de León. El previo de 1993 había vuelto a una fórmula ya iniciada en 1988 (suspendida en siguientes temporadas) de liguilla, no corro único. Y de un lustro antes, de 1984, data el primer «clásico» de época moderna, al modo tradicional. Fue entonces la ocasión del celebrado en ribera del Porma, en Villafañe, un 23 de septiembre, en el que el gallo y el mazapán los levantara José Antonio González, el de Barrillos de Curueño. Pero, como queda dicho, estos son pasos nuevos de un viejo caminar de la lucha; de alguna manera, del más genuino y señero ser de los aluches.
De lo sucedido en estos más de treinta años (veintiuno por lo que corresponde a la vigente ininterrumpida vía) se recogen resultados en el cuadro adjunto. De lo ahí consignado, se reflejan once victorias para los de la comarca de vía abajo, diez para los de vía arriba, entre ellas, la del último ejercicio, lograda en territorio contrario, en Navatejera, con Rodrigo Fuentes en pie tras último combate con Abel Isaí Cabero. Es dato para curiosos (¡y sin otro sobre-entendido!) que, desde que se adoptara la itinerancia en sede, son dominantes las victorias de cada «partido» en casa del oponente.
Es dato para mucho más que casual interés, constatar que hace veinte años el luchador que más rivales vencía era Javier Oblanca, el «veterano» de oro de Villabalter que sigue en el primer nivel actual, y que el último ganador del «mazapán» ha sido Tomás González, el de La Vecilla, miembro de esa joven quinta no menos dorada que ya ha asumido su papel al frente de la lucha de mayor atractivo. A Tomasuco le corresponde el honor de ser quien más veces (tres) se ha hecho con el dulce premio a la máxima eficacia, habiendo sido también uno de los más jóvenes en lograrlo: hace ya ocho años, siendo Tomasín.
El nombre más presente en los últimos combates que desde 1994 se han librado, y uno de los que en más ocasiones levantó ese gallo (todavía no proscrito entonces por malos entenderes conservacionistas), es el de «el Faraón»: suyo fue ese privilegio, en nombre de la Ribera, en nueve clásicos, con cuatro triunfos, los mismos que «el Che» (con siete finales) para la Montaña.

viernes, 20 de noviembre de 2015

NOTICIA: Una exposición del M.AR.CA que invita a “viajar” al mundo del juguete antiguo.


El Museo Arqueológico de Cacabelos (M.AR.CA.) inauguró el pasado viernes una exposición temporal bajo el título de ‘Viaja con nosotros. Cien años de juguetes (1890-1990)’. Comisariada por la directora del museo, Silvia Blanco, el recorrido de la exposición reúne un importante catálogo de arquetipos emocionales a través de los cuales nos acerca al mundo infantil, con entrañables juguetes de todos los tiempos.
 
La exposición, que cuenta con 450 piezas, estará abierta al público hasta el 6 de enero del año que viene y también incluirá talleres didácticos todos los sábados a las 18 h y los domingos, a las 12:30h. El precio por la visita a la exposición temporal es de 1,50 euros, aunque la entrada será gratuita los miércoles para el público en general o todos los días para los menores de 10 años. También existe la posibilidad de pagar 2,50 euros para poder visitar la exposición temporal y la colección permanente y, en caso de acudir en grupo, se puede contratar una visita guiada al precio de 2,50 euros.
 
El visitante se encontrará con juegos de construcción de terracota de 1890, balancines, coches o trenes de hojalata de los hermanos Payá o Rico de las primeras décadas del siglo XX, barquilleras, panderetas o trompetas o triciclos. En este emocionante viaje a través de la historia del juguete, el visitante estará acompañado de fotografías antiguas, portadas de viejos comics como Roberto Alcázar y Pedrín, TBO, Carpanta o letras de canciones entrañables.
 
No podían faltar las muñecas míticas como Mariquita Pérez o de las conocidas muñecas de Famosa. Compartirán espacios con las atesoradas Barbie, las Blythe, que sólo se vendieron en EEUU aunque se realizaban en Hong Kong, coches de colección de Rallye o los conocidos coches de TinTin. Esta exposición nos traslada a deseados escenarios y a diferentes tipos de coleccionismo desde la hojalata, al plástico o unos sutiles guiños al mundo del cine con la muñeca Shirley Temple, Pee–Wee, los Ángeles de Charly o Jumanji.
 
La muestra también reúne varias etapas del juguete fruto de muchos años de recopilación de varios coleccionistas privados, entre ellos Manuel Fernández Villatoro, A. Omente, Sonia Rodríguez e internacionales como Navaphan Nelasophon, un coleccionista alemán y la estrecha colaboración del Museo Valenciano de Juguete.
 
 
A principios del siglo XX nacieron en España varias fábricas especializadas en la producción de hojalata, chapa de hierro recubierta por una capa de estaño para protegerlo del óxido. De esta manera, podemos hacer un recorrido también a través de los materiales que se utilizaron, pero sobre todo la exposición invita a viajar en unos años maravillosos de juego, de ilusión y de magia.

Programa de los talleres
14 de noviembre <niños de 3 a 5 años>
18h. VOLANDO VOY. Taller diseño + creatividad. Creamos nuestra avioneta
15 de noviembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. VOLANDO VOY. Taller diseño + creatividad. Creamos nuestra avioneta
21 de noviembre <niños de 3 a 5 años>
18h. MUSEUM FASHION WEEKEND. Taller diseño de moda en papel y recortables en el mundo del cine. Especial SHIRLEY TEMPLE
22 de noviembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. MUSEUM FASHION WEEKEND. Taller diseño de moda en papel y recortables en el mundo del cine. Especial SHIRLEY TEMPLE
28 de noviembre <niños de 3 a 5 años>
18h. UN BARQUITO CHIQUITITO. Taller diseño + creatividad. Diseño de un barquito
29 de noviembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. UN BARQUITO CHIQUITITO. Taller diseño + creatividad. Diseño de un barquito
5 de diciembre <niños de 3 a 5 años>
18h. BROUM BROUM… A TODA VELOCIDAD. Taller diseño de coches antiguos ¿Creamos nuestro coche antiguo?
6 de diciembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. BROUM BROUM… A TODA VELOCIDAD. Taller diseño de coches antiguos ¿Creamos nuestro coche antiguo?
12 de diciembre <niños de 3 a 5 años>
18h. Super RECORTABLES. Taller #creatividad #moda
13 de diciembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. Super RECORTABLES. Taller #creatividad #moda
19 de diciembre <niños de 3 a 5 años>
18h. ESTAMPIDA ANIMAL #Taller creatividad #color
20 de diciembre <niños de 6 a 11 años>
12:30h. ESTAMPIDA ANIMAL #Taller creatividad #color

miércoles, 18 de noviembre de 2015

NOTICIA: La palloza en El Bierzo busca nuevos techos para cobijar su memoria

En El Bierzo quedan cerca de 60 pallozas… Sería un buen dato teniendo en cuenta que son construcciones ancestrales si la realidad no fuera que la mayoría de ellas están más cerca que nunca de la ruina. Parejo al declive de las zonas rurales parece ir el destino de estas pallozas. Conocerlas es una forma de empezar a recuperarlas.


Palloza en la localidad de Balouta (Candín)/ Eduardo Margareto
 
 
En el Bierzo quedan cerca de 60 pallozas, según datos facilitados por los municipios que cuentan con ellas entre su patrimonio. Sería un buen dato teniendo en cuenta que son construcciones ancestrales si la realidad no fuera que la mayoría de estas pallozas están más cerca que nunca de la ruina. Parejo al declive de las zonas rurales parece ir el destino de estas pallozas.
.
Si algunas siguen en pie y en buenas condiciones es por la determinación de personas de los municipios que se resisten a dejarlas en el olvido. Pero lo cierto es que más allá de las fronteras de la provincia, incluso del Bierzo, la atención hacia ellas es prácticamente nula. José Antonio Álvarez Cachón, alcalde de Candín, denuncia este hecho. “La única institución que se toma en serio este tema es el Ayuntamiento. La Junta hasta la fecha no ha hecho nada y eso que tenemos un compromiso con ella para una restauración, pero no termina de cuajar”.
:
El mantenimiento de una palloza es muy costoso. Exige actuaciones cada cuatro años para que el techado esté en perfecto estado, obras que no suelen bajar de los 3.000 euros. Con este deterioro tan rápido, es imposible que Ayuntamientos humildes como Candín, Peranzanes o Balboa puedan ocuparse por sí mismos de toda la inversión necesaria. Incluso Vega de Espinareda y Villafranca, los otros dos municipios con pallozas en la comarca, también tienen dificultades para encargarse de sus restauraciones.
 
Estado de pallozas en Campo del Agua.
 
El ejemplo más claro de esto es el de Campo del Agua, perteneciente a la pedanía de Villafranca Aira da Pedra. Campo del Agua es una aldea declarada como Bien de Interés Cultural por la propia Junta en 1948 debido a la gran cantidad de pallozas que poseía junto a cabañas y hórreos ancestrales. En 1989 sufrió un importante revés. Un incendio calcinó gran parte de estas construcciones ancestrales, dejando poco más que cenizas. “Desde aquel incendio solo quedan paredes”, asegura el pedáneo de Aira da Pedra, Francisco Gutiérrez, “y no se habla de restauración”.
:
Interior de una palloza en la localidad de Balouta con los escaños y lareira.
Eduardo Margareto.
En El Bierzo, el estado de las pallozas ocupa un espectro casi extremo, en casos en los que solo quedan las paredes ya en ruina, hasta las bien conservadas o recuperadas. En el primer grupo están aquellas pertenecientes a la pedanía de Villafranca Villar de Acero. “La última se vino abajo hace 25 años”, indica su pedáneo, Rafael Poncelas. La misma situación ocurre con otro pueblo de Villafranca, Paradaseca, según su pedáneo, Abelardo Mauriz. “Sólo quedan restos de los muros. Se nota dónde estaban las ventanas, pero ninguna tiene cubierta. Quedan las ruinas de 3 ó 4″. También en Peranzanes las construcciones están bastante comprometidas. “Solo nos quedan seis en el Castro de Chano y debido al temporal de nieve hay dos en estado lamentable”, afirma el alcalde del municipio, Vicente Díaz.
:
 
Malas perspectivas sobre las pallozas, pero que no harán que se extienda la resignación entre los responsables políticos de los pueblos. “Hemos solicitado fondos por daños por temporal y a Cultura, pero si no llegan lo haremos nosotros”, añade Díaz.

A pesar de ello, el estado de algunas de las edificaciones permite tener esperanza sobre su futuro. En concreto, son algunas de Balboa y de Candín. La palloza municipal de Balboa, de nueva construcción, se encuentra en un estado envidiable y, aunque su interior no emula las condiciones de vida de los moradores de este tipo de construcciones, sí es un buen lugar para hacer una parada en el camino. También Candín conserva alguna en buen estado gracias a que sus propietarios las cedieron al Ayuntamiento, que pudo hacerse cargo de ellas y restaurarlas. En concreto en Balouta tres propietarios han puesto en manos del consistorio las pallozas, y en mayo de este mismo año la Junta, a través de Patrimonio, autorizó la intervención para recuperar una de ellas, que aún guarda su interior bien conservado (ver varias de las fotos).
:
Precisamente en Pereda, un pequeño pueblo de Candín, se conserva en buen estado una de esas pallozas, que está abierta a los visitantes que quieran conocer cómo era el modo de vida rural en el Bierzo hace miles de años. Se trata de una buena forma de reivindicar el pasado y quién sabe si de concienciar a la gente, pero sobre todo a las instituciones, de que nuestro patrimonio cultural no puede permanecer en ese letargo más, porque será víctima del irremediable paso del tiempo.


Interior de una palloza en la localidad de Balouta (Candín) / Eduardo Margareto 

Sus habitáculos  y su construcción
La construcción de la palloza y su teito es bastante compleja, por esa razón es tan costoso su mantenimiento. Son pocos los teitadores que quedan y sus honorarios se corresponden con la dificultad del trabajo. La construcción comienza con la colocación de varios postes coronados con una muesca en forma de v invertida. Entre dos postes se colocará la viga-madre, usando esta muesca para encajarla. El número de pares de postes con su correspondiente viga-madre varía en función del diseño de la palloza.
;
Sobre las vigas-madre se colocan las teixeiras, dos lanzas de madera que se encajan una con otra en forma de Cruz de San Andrés. Sujetada por la teixeira va la cumpia mayor, que se une a la cumpia menor en un poste más alto denominado pie derecho. Con eso ya está formada la estructura principal de la palloza, pero aún falta la colocación de las tercias, que van desde las cumpias a los muros de la palloza para ser la base del teito. Perpendicular a ellas y para que la estructura sea más resistente van unas varas de madera más pequeñas, llamadas ripias. Sobre esta estructura ya se pueden colocar los colmos de paja, que es el auténtico techo destinado a proteger el habitáculo de las inclemencias del tiempo.

Antes de proceder al teitado, es importante proteger los muros de la construcción con unas lajas de pizarra. Esto evitará que la lluvia se abra paso dentro de la edificación para que no haya humedades. También se levanta un tabique de láminas de madera en el medio de la palloza, con el objetivo de crear dos estancias, una para los animales y otra para la familia.
:
Además de estas dos zonas hay un altillo de tablas colocadas entre vigas-madre. En él se puede hacer la curación de la matanza. El habitáculo para la familia cuenta con dos ambientes separados: una alcoba y una estancia en la que se encuentra la lareira, es decir, el fogón, pero que también cuenta con un forno. En esta estancia es donde se realizaba la mayor actividad del día, ya que cuenta con escaños alrededor de la lareira.
Palloza en Balouta (Candín).
 

NOTICIA: Memoria en minifalda

     Los catálogos realizados por el fotógrafo Eugeni Forcano (Premio Nacional de Fotografía 2012) entre 1968 y 1970 para la recordada empresa textil leonesa Tilsa son un ‘clásico descatalogado’. Aldimo los va a recuperar para recuperar aquella memoria de modelos en la mina o entre vacas.
 
Resultaba muy llamativa la presencia de modelos minifalderas entre
nuestras vacas en la montaña. EUGENI FORCANO
 
Fulgencio Fernández | 15/11/2015
Eugeni Forcano (Canet de Mar, 1926) decía en 2012, cuando le concedieron el Premio Nacional de Fotografía. «No lo esperaba por mi escandalosa edad» y al repasar su biografía artística explicaba: «Mi objeto siempre ha sido la gente anónima que no tiene voz. Empecé a hacer fotos de pequeño en mi pueblo, aunque no soñaba con algo tan fascinante como ser fotógrafo. Un concurso de una revista me sirvió para hacerme un hueco en la profesión y entrar en un mundo cultural y fabuloso. Después me dediqué a la moda y gané un dinero que me permitió lograr espacios de libertad».

Tilsa llegó a tener 500 trabajadores, 400 eran leoneses y muchas mujeres que tuvieron su oportunidad laboral En esa frase «me dediqué a la moda» hay una parada de este gran fotógrafo en León, en 1968, y dejó su sello en un catálogo de moda que se ha convertido en una especie de leyenda urbana en esta ciudad, por las imágenes, por lo novedoso de las mismas, por los ‘paisajes’ que eligió para ellas y por la historia de la empresa para la que realizó este catálogo: Tilsa, es decir, Textil Industrial Leonesa S.A., empresa nacida al amparo de otra iniciativa para recordar, el Banco Industrial de León, que también financió proyectos como la Vidriera, Cerámica del Duero, Michaisa (en su origen Maquinaria y Automoción S.A.) o Vile. Parece que hubo bancos así, no en vano sus estatutos decían que «la función primordial de los bancos industriales es promover nuevas empresas industriales, animar y vitalizar la iniciativa privada y colaborar en la financiación a largo plazo. También se contempla que podrá conceder créditos para financiar las inversiones precisas para el establecimiento de nuevas industrias o explotaciones agrarias o para su ampliación, reestructuración y modernización».  

¡Quién los pillara!


Así nació, en 1954, Tilsa, una empresa que para los leoneses que vivieron aquella época significa mucho, no en vano llegaron a trabajar en ella, en los años 60-70, 500 trabajadores, 400 de ellos leoneses y la mayoría mujeres. Fue la primera empresa que colaboró de manera rotunda a incorporar a la mujer leonesa al mundo laboral, que hasta entonces se reducía a «ir a servir», según le recordaba una de ellas, Vicenta Lorenzana, a una de las impulsoras de la iniciativa de la que vamos a escribir, nuestra colega Ana Gaitero.

Entre 1968 y 1970 el citado Forcano realizó los catálogos de Tilsa. Sorprendió a todos con su audacia al elegir algunos escenarios impensables para la época: la mina (con las modelos en el pozo con los mineros), el campo (con modelos entre las vacas), en los más previsibles monumentos leoneses (catedral, San Marcos...) o en las propias instalaciones de la fábrica «haciendo de modelos» algunas de aquellas trabajadoras.

Los catálogos de Forcano de los años 68 a 70 para Tilsa son casi una leyenda, que ahora se van a reeditar La idea de Aldimo (Asociación Leonesa de Diseñadores de Moda) es «rendir homenaje al sector textil leonés y a una auténtica obra de arte que nació en León en los años 60, son los Catálogos de Moda de Tilsa que muestran las colecciones de la fábrica de las temporadas 68-70 obra de Eugenio Forcano, hoy premio nacional de Fotografía».

La idea es realizar una muestra retrospectiva en el Museo de León y que vaya acompañada de un excelente catálogo que reproduzca aquellos hoy agotados catálogos.

Para ello recurren a una campaña de crowdfunding. «Os proponemos que nos ayudéis a autoeditarlo a través de Verkami. Y os ofrecemos un precio superespecial por el catálogo, sólo 15 euros, con la posibilidad de que vuestro nombre figure en los créditos, siempre y cuando las aportaciones se realicen antes de la entrega a imprenta de la publicación, a mediados de noviembre».

El objetivo es, por otra parte, bastante modesto: 1.500 euros, para poder llegar a la imprenta y editar 300 ejemplares. Toda la información de la iniciativa está en http://vkm.is/tilsaforcano

martes, 17 de noviembre de 2015

NOTICIA: La Sala Región del Edificio Fierro presenta el disco, 'Canciones tradicionales. Valle de Samario. Omaña-León'

El acto tendrá lugar el próximo jueves, 19 de noviembre, a las 20 horas, en la Sala Región del Edificio Fierro (C/ Sta. Nonia, 3). La entrada es libre hasta completar aforo.


ileon.com
El Presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, a través de la Biblioteca Regional 'Mariano D. Berrueta' del Instituto Leonés de Cultura, ha anunciado la presentación del disco, 'Canciones tradicionales. Valle de Samario. Omaña-León'.
En el acto intervendrán Luis Arias, David Álvarez e Isabel González Blanco.
Los vecinos protagonistas del disco interpretarán algunos temas.
El acto tendrá lugar el próximo jueves, 19 de noviembre, a las 20 horas, en la Sala Región del Edificio Fierro (C/ Sta. Nonia, 3). La entrada es libre hasta completar aforo.

NOTICIA: La bibliografía leonesa sigue creciendo


 La Diputación Provincial hizo entrega de los Premios de Novela Corta ‘Tierras de León’ y del Libro Leonés de Año 2013, distinguiendo en el primer caso la novela ‘La sombra de los artistas’ del escritor toledano Manuel Fernández de la Cueva


La casa con cubierta de paja. Joaquín Alonso
Joaquín Revuelta
lanuevacronica.com
El salón de plenos de la Diputación Provincial de León sirvió este lunes de escenario a la entrega de los Premios de Novela Corta y del Libro Leonés del Año correspondiente a 2013, en un acto que estuvo presidido por Juan Martínez Majo, presidente de la institución provincial; Miguel Ángel Fernández, diputado de Cultura, y Adolfo Alonso Ares, director del Instituto Leonés de Cultura.


El V Premio de Novela Corta ‘Tierras de León’ recayó en el autor toledano afincado en Madrid, Manuel Fernández de la Cueva, por su novela ‘La sombra de los artistas’, de la que el jurado presidido por el escritor lacianiego Luis Mateo Díez ha valorado "la creación de un mundo que explora la locura utilizando el teatro como simbólica terapia personal". El premio está dotado con 3.500 euros para el autor e incluye la edición de la obra ganadora dentro de la colección ‘Flor del viento’ que edita el Instituto Leonés de Cultura.


En las cuatro ediciones anteriores del Premio de Novela Corta ‘Tierras de León’ las novelas ganadoras fueron ‘Duarte’, de Andrés Pérez Domínguez; ‘Piel todavía muy blanca’, de Alberto Rodríguez Torices; ‘El contador de vientos’, de Ángel Fierro, y ‘El crimen de Ampurio Pinto’, de José Antonio Ramírez Lozano.


Con el objetivo de fomentar la creación literaria dentro del ámbito de la provincia, premiando las obras que por su calidad y contenido supongan una notable aportación a la bibliografía leonesa, la Diputación de León creó el Premio Libro Leonés del Año, que incluye tres apartados: libro de creación, libro de investigación y obra divulgativa.
El mejor libro leonés de creación de 2013 es ‘Leyendas de León contadas por…’, una obra colectiva compilada por Joaquín Alegre Alonso y editada por Rimpego. El jurado ha valorado "una recreación literaria muy elaborada de este rico patrimonio inmaterial de transición oral que se ofrece al lector en una edición de cuidado diseño".


El libro de investigación distinguió el trabajo ‘Mariposas diurnas de la provincia de León’, del que son autoresDavid César Manceñido González y Félix Javier González Estébanez y que ha editado El Búho Viajero. El jurado ha estimado que se trata de un laborioso trabajo de investigación sobre las mariposas diurnas en la provincia de León, plasmando con rigor todos los datos científicos de cada especie, acompañados de fotografías que ilustran la gran riqueza y diversidad biológica que atesora esta provincia, todo ello en una edición con un formato de lujo y un diseño muy adecuado.


Por último, la mejor obra divulgativa de 2013 ha sido ‘La casa con cubierta de paja’, de Joaquín Alonso González, publicada en la colección que la Fundación MonteLeón dedica a temas relacionados con la etnografía. El autor ha llevado a cabo un elaborado trabajo de recopilación y divulgación de una arquitectura tradicional prácticamente desaparecida.



Estas tres categorías cuentan con una dotación económica de 1.000 euros para los autores e igual cantidad para los editores en compra de ejemplares.

NOTICIA: Musac ofrece el miércoles una sesión nocturna de cine rural de Antje Schiffers

Tendrá lugar en la instalación 'Gran Teatro Agrícola', en el marco de la exposición 'Sector primario' que puede visitarse hasta el 10 de enero.



ileon.com  | 16/11/2015 
ileon.com
El miércoles, 18 de noviembre, a partir de las 20.15 horas, se proyectará en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León una sesión especial de películas de la artista alemana Antje Schiffers pertenecientes a la serie 'Me gusta ser agricultor y me gustaría seguir siéndolo' (Ich bin gerne Bauer und möchte es auch gerne bleiben).
Hasta las 22.30 horas se pondrán ver cuatro películas realizadas desde 2007 en colaboración con familias de agricultores de toda Europa, a través de las cuales el público puede acercarse a diferentes aspectos del espacio rural y de las economías tradicionales como lugares de producción de saberes y de cultura. Entre estas proyecciones se encuentra la película más reciente de la artista, producida en 2015 en Jabares de los Oteros (León) con motivo de la exposición 'Sector primario' en el Musac. La participación en la actividad es gratuita hasta completar el aforo.
La proyección de las películas tendrá lugar dentro del 'Gran Teatro Agrícola' (Grosses Bauerntheater), una obra de Antje Schiffers instalada dentro de la exposición colectiva 'Sector primario', que puede visitarse en el Musac hasta el 10 de enero. Se trata de una gran estructura diseñada con balas de paja con las que la artista construye un espacio de encuentro y presentaciones o auditorio, cuyo letrero ha sido producido con un equipo local basándose en las vidrieras de la catedral de León.

domingo, 15 de noviembre de 2015

NOTICIA: José Ares Blas: "Soy Pepe, el último herrero de Valdespino de Somoza"

José Ares Blas aprendió el oficio de herrero de un tío, hermano de su madre, hace 77 años. A sus 91, hoy sigue dándole al martillo, con la fuerza espectacular que alimenta la pasión que siente por su trabajo.


Marta Cuervo | 08/11/2015 - 10:27h.
Doña Visita abre la puerta, sonriente incluso antes de conocer quien espera al otro lado. "¡Pepe! Es una periodista de León que dice que quiere conocerte. Sabes niña, es que le gusta echar una cabezadina después de comer, sin levantarse de la mesa, mientras yo recojo"...
Al ser martes, día de mercado en Astorga, Don José Ares Blas, conocido en Valdespino de Somoza como Pepe, el herrero, había bajado por la mañana en el coche de línea hasta la capital maragata, y por ello me encontré con la fragua cerrada. "He visto como marchaba a Astorga", comentaba una vecina del pueblo, unos minutos antes, mientras me señalaba la dirección de la vivienda del matrimonio. "Puedes ir a verles a su casa. Pero vendrá por la tarde, aunque es muy mayor...", añadía, a la vez que sacudía unas sábanas en la calle. Así, después de despedirme de ella me dirigí hacia el hogar de Visita y José, con la ilusión de conocer al herrero del que tanto hablan en los alrededores, y no sólo.

Tras la llamada de su esposa, Pepe sale también a la puerta azul, adornada con dos arbolitos a los lados. "Ya había sentido yo el timbre... ¿Quieres ver la fragua?". Y charlando, regresando sobre mis pasos, nos encaminamos al templo de José, de Pepe que es como le gusta que me dirija a él, charlando tranquilamente sin prisa, intercambiando preguntas. Al llegar, cuelga la cacha en una punta que sobresale, ritual que anuncia a sus paisanos que ya está la forja funcionando, con calma, como si los minutos no le preocupasen. Pero cuando de verdad el tiempo se detiene es cuando las manos de Pepe, toscas, con arrugas y muy fuertes, hacen girar la cerradura de aquella fragua. Una vuelta al siglo pasado, a lo artesano, al trabajo de un herrero de tradición.
(Periodista) -¿Cuántos años tiene, Pepe? -tengo que hablar muy alto, porque los años se han cebado con su oído, aunque fortaleciendo también la pasión por su trabajo, el de toda una vida, y la fuerza de una historia, la suya, dedicada a la herrería-.
(Herrero) -Tengo 91 y trabajo en esto desde los 14, son muchos, ¿eh? ¿Tú cuántos años tienes? -responde y pregunta-.
P -29 años ¿Quién le enseñó el oficio Pepe?
H -¿19? ¿Y eres de León?
P -No, no, 29. Sí, soy de León.
H -19 o 29... -quizás la diferencia de 10 años que le corrijo para sus 91 es una nimiedad- Como una nieta que tengo yo. Tengo tres hijos, uno en Madrid, una en Vigo y otro en Astorga, pero ninguno quiso aprender el oficio. Yo lo aprendí de un hermano de mi madre, en otra fragua que teníamos, pero luego nos vinimos aquí. Aunque he hecho muchas cosas, he trabajado en el campo, mi mujer también, antes había que trabajar mucho. Y con las ovejas de pastor... y herrando todas las mulas, caballos y burros de la zona. También me han pedido y me siguen pidiendo encargos. Y yo los voy haciendo. Depende del día, a veces con más trabajo que otros.

P - Me han hablado bien de sus navajas... ¿Puedo verlas?
H - Tranquila mujer, 'que todavía está el capador encima la gocha', ¿sabes para qué se usa ese dicho? Para la paciencia. Por las navajas y otros artículos bajo los martes a Astorga, para hacer entrega y vender algo en el mercado. Hoy no porque estoy algo resfriado, hoy he bajado sin carga.
Pepe saca su colección de machetes, cuchillos y navajas de todos los tamaños, de talla de madera y de hueso. Los coloca de forma muy ordenada en una de sus mesas de trabajo y me explica con dedicación en cada pieza para qué se utilizan y como las hace, a mano, y los instrumentos con los que las fabrica.

H - Ésta es muy valiosa, es de asta de ciervo. Todas las cuchillas son de hoja de guadaña, y en todas grabo 'Valdespino', es mi sello -continúa-.
P - No me puedo marchar sin una de esas navajas, ¿a cuánto las vende?
H - Bueno, si te gustan, sino no hay que comprar. 13 euros las pequeñas, 15 las grandes.
P - Yo quería dos...
H - Pues 13 y 13 son 26. -Se dirige a mí con una sonrisa picaresca, quizás el último herrero de los de martillazo y fuelle manual de la provincia, y casi de España-.
Pepe es un buen conversador. No se cansa de recibir a visitantes que llegan desde todos los puntos de España para conocer su trabajo, su fragua.

H - Viene mucha gente a conocerme, a veces han venido autocares de más de 25, y de lejos, de Madrid, y de Barcelona también.
Pepe sabe que es el último de su estirpe y no duda en compartir sus secretos, el amor por lo que hace con aquel que se acerque a su fragua.
P - ¿Qué son esos hierros? -insisto-.
H - Son cortafríos, para los herrajes de los baúles. Tengo muchos, pero están todavía sin terminar, y como ves son todos diferentes.

Pepe tiene encima de la mesa una cerradura que llama mi atención.
H - La hice yo hace más de 50 años, y ahora me la traen para que la repare. Porque las cosas con el tiempo se estropean, pero tienen arreglo.
P - ¿Y la llave?
H - La llave también la tengo. He hecho muchas llaves en todos estos años. Y también muchos apliques de baúles y protectores artesanales. Mira éstos, pero no los toques, que te vas a ensuciar -me reprocha cuando intento cogerlos-.
En el techo cuelgan hoces y hocines, las paredes están repletas de herramientas, los suelos de herrajes y baúles, y la mesa de piezas listas para fabricar futuras navajas, todo bajo un meticuloso orden. Una atmósfera con sabor a tradición, donde reina un fuelle de casi un siglo, un fuelle que da fuerza y vida a la lumbre, y al corazón de Pepe también.

martes, 10 de noviembre de 2015

NOTICIA: Manuel Valdés: "Me sorprende y maravilla el poder de convocatoria del Instituto Leonés de Cultura"

El historiador y catedrático de la ULE recibe el homenaje de 32 artistas en la exposición colectiva ‘La República de las Artes y las Letras’ que este viernes fue inaugurada en la sala Provincia de la Diputación de León.
 
Adolfo Alonso Ares, Manuel Valdés, Luis García y Miguel Ángel Fernández en
la presentación de la muestra colectiva en la Sala Provincia./ MAURICIO PEÑA
Joaquín Revuelta | 07/11/2015
 
                  
La sala Provincia, uno de los espacios expositivos con que cuenta la Diputación Provincial de León, acogió este viernes la inauguración de la muestra colectiva ‘La República de las Artes y las Letras’ en la que más de una treintena de artistas rinden homenaje al catedrático e historiador Manuel Valdés. Nombres como Esteban Tranche, Toño García, Miguel Ángel González Febrero, Juan Carlos Uriarte, Ramón Villa, Modesto Llamas, Rosendo García Ramos ‘Sendo’, Eloy Vázquez, Luis Sáez de la Calzada, Enrique Estrada, Andrés Viloria y Manuel Jular, entre otros muchos, están presentes en una exposición cuyo título está extraído de un texto que el propio Manuel Valdés escribió para hacer un homenaje a otro gran artista, Eloy Vázquez Cuevas, como se encargó de recordar Luis García, responsable de exposiciones y publicaciones del Instituto Leonés de Cultura durante la presentación a los medios de ‘La República de las Artes y las Letras’. "En realidad Manolo Valdés participó en los años setenta y ochenta en un movimiento muy importante que yo creo que está poco estudiado y que habría que analizarlo en profundidad, como fueron los grupos artísticos y literarios que se reunían en tertulias llevadas a cabo en lugares como Bodega Regia, el Cimanes, el Montejos, el Nápoles o el Venecia, en las que tenía cabida todo el mundo y se hablaba absolutamente de todo, de literatura, de poesía, de filosofía, de política, donde a veces había encontronazos y enfrentamientos entre unos y otros, pero en las que el diálogo era lo que primaba, el encuentro y la efervescencia de esos momentos, en los cuales se ponía encima de la mesa las ideas de unos y de otros", apuntó García, para quien gracias a esas tertulias, en las que participaba activamente Manuel Valdés, que representaba en cierto modo la visión del crítico y del historiador del arte, se llegaron a conseguir muchas cosas que eran en aquellos momentos hitos, aunque vistos en la distancia puedan parecer pequeñas cosas, proyectos positivos que se llevaban a cabo gracias a la colaboración de instituciones o incluso gracias única y exclusivamente al esfuerzo de los propios artistas. En este sentido García hace alusión a la exposición que tuvo como escenario la Bodega Regia y que era un homenaje al poeta Pérez Herrero, una exposición colectiva para la que se editó una carpeta de diez artistas, diez retratos, que ha sido reconstruida en su totalidad para la muestra de la sala Provincia, y en la que puede verse la carpeta junto con uno de los diseños que Luis Sáez de la Calzada realizó de una de las serigrafías.

Retrato de Manuel Valdés realizado por Modesto
Llamas Gil que forma parte de la exposición.

Para el responsable de exposiciones y publicaciones del ILC esas tertulias fueron claves y de las mismas salieron exposiciones que lograron traspasar el ámbito provincial, porque Valdés siempre hablaba de intentar proyectar el arte que se hacía en León fuera de nuestras fronteras. "Hay que tener en cuenta que en esos momentos hay un grupo de nueve artistas que parece una especie de motor básico pero al que se van incorporando nuevos nombres. Ese grupo está representado en la exposición, si bien en total son 32 los artistas que hacen ese homenaje a Manolo Valdés participando de una forma directa en esta exposición colectiva", señala García, que reitera que en la muestra, que podrá visitarse hasta el 10 de enero, se ha intentado reconstruir algunas de las exposiciones fundamentales de aquel periodo e incluso hacer un guiño a una exposición fallida titulada ‘Eros en León’ , que por un malentendido de la galerista, que entendió ‘Héroes leoneses’, no se pudo llevar a cabo. Porque el humor, reconoce García, estaba muy presente en aquellas tertulias, además de la enorme capacidad que tenía el grupo de ante una idea ponerse de inmediato a trabajar, recuerda Valdés, que reconoce nunca se ha sentido crítico porque lo que le interesaba y divertía era el grupo y sobre todo la capacidad y la dinámica creadora de obra, "porque una merienda en casa de Modesto significaba que había un lienzo de siete metros en el que cada uno de los participantes iba pintando una especie de mural", recuerda el homenajeado, para quien un hecho relevante de aquel periodo tiene que ver con que los viejos maestros habían desaparecido y un organismo como el Instituto Leonés de Cultura todavía no había hecho acto de presencia. "Teníamos que agenciárnoslas como podíamos y generábamos estas ideas que eran asumidas siempre por organismos oficiales, porque la Diputación siempre estuvo dispuesta a ello. Desde la sala Provincia, a través de Antonio Gamoneda, se crearon bienales, premios... Lo bueno de este periodo es que la actividad oficial estaba acompañada por el enorme interés que tenían pintores y escultores leoneses, y algún arquitecto que otro, en trabajar sobre temas de este tipo", señala Valdés, para quien lo que había "era fundamentalmente entusiasmo", un entusiasmo que casi tres décadas después le sigue conmoviendo al comprobar cómo en esta exposición han participado muchos de aquellos artistas y otros que no estaban asiduamente con el grupo. "Me sorprende y me maravilla el poder de convocatoria del Instituto Leonés de Cultura en las personas de Jesús Celis, Luis García y Adolfo Ares".

NOTICIA: Por San Martino, mata el pobre su cochino

 
Toño Morala | 09/11/2015
La matanza, el sanmartino, o como se le quiera llamar, siempre fueron unas fechas especiales en esta tierra, sobre todo en dos aspectos: el de convivencia, con la reunión de vecinos y familiares, y el gastronómico, con un buen números de guisos y platos en los que el denominador común es aparcar todo tipo de dietas
                       
Eran tiempos de frío para que la matanza convertida en embutidos secara y se pudiera comer a lo largo del año. Pero hoy vamos a escribir sobre aquellos platos que en fresco cocinaban nuestras abuelas y madres. Algún que otro paisano también le metía mano a la hornilla o cocina de carbón y también cocinaba de maravilla; aún recuerdo al abuelo con aquella sartén- trébede de hierro, y que dentro metía de todo y hacía unas calderetas con cuatro dientines de ajos, cebolla, un tomatín si había, orégano, vino blanco… lo dejaba guisar a fuego lento, al final le metía unas patatas o un puñado de arroz, y aquello levantaba el alma y, acompañado de aquel clarete del híbrido americano o del prieto picudo, a uno se le ponía la cara colorada y la barriga llena, hacía que la dormidera andara después al tanto. La de siestas que guareció aquel escaño pintado del color de la vida y de los años.

Pero todo tiene su ritmo, y esos ritos, y esos pasos para que el guisote o la fritura salgan bien; no vale hacer las cosas a la ligera. Un buen plato de asadurilla de cerdo tiene que estar bien troceada y limpia, no se debería meter todo junto a guisar, pues hay partes más blandas que otras. El sofrito con manteca de cerdo, ajos, pimiento rojo y verde, tomate y cebolla doradines pero sin pasarse… y ese toque sutil de pimentón picante y el dulce; tiene que estar bien cocida pero sin que se desarme, y hay que dejarla reposar en pereruela o en la de San Ignacio de toda la vida (la roja con pintinas en el interior)y tapada pero que respire el vapor, a los diez minutos se sirve y se acabaron las discusiones de si la vaca traerá jato o ternera. Estos platos de matanza tienen su significado de creencias, y no todas religiosas. «Cuarenta sabores tiene el cerdo, y todos buenos»; así ha dejado la inmensa enciclopedia popular, uno de los refranes que mejor retratan al personaje de hoy.

Pero hay que seguir escribiendo sobre aquellos platos que tanto bien hicieron en años atormentados de hambrunas y enfermedades; hay que seguir recordando para que ustedes a su vez recuerden aquellos platos… uno importado de la vieja Castilla fue aquel que teniendo patatas, un poco de pimentón y tocino, pues eso… un buen puré con un buen refrito y unos buenos torreznos por encima… y si además te gustaba migar un poco de molledo de hogaza de hurmiento en el plato, ¡tela…!, ahí se acababan de momento las penas y, si encima, detrás, había una pasta de manteca de cerdo, ya ni te cuento.

Otro plato que recuerdo hacía la abuela y después la madre, eran las patatas guisadas con espinazo y rabo de cerdo. Parece fácil de hacer, y lo es, pero hay que andar con cuidado a la hora de meter a guisar las partes, primero el rabo que anda un poco más duro que la carne, y poca, del espinazo. A rehogar durante unos minutos, sofrito ya hecho con cebolla, pimiento, ajo y laurel, cuidado, que aquí el laurel sabe a cielo azul en sueños. Hay que dejarlo cocer hasta que el tenedor pinche un poco y luego agregarle las patatinas. Reposadinas son terribles de buenas; a veces también le echaban un puñado de arroz. Como ven, platos hay como para parar un tren, por suerte. Ahora a algunos de ustedes les llegará a la memoria otros platos, y se regustarán, incluso recordarán aquel inmenso sabor, y las sonrisas de los abuelos, y la cocina, y aquel olor a dignidad y sabiduría de nuestros mayores, y el respeto tan profundo a sus quehaceres diarios, y cuando llegaba la hora del almuerzo, se compartían estos buenísimos platos, incluso sin ellos, a cuchara y olla en el centro de la mesa; cuánto unían estas cosas. Pasados estos primeros días después de la matanza, y reposando en las artesas, andaban del color del pimentón okal que repartía entre otros el famoso Pedro ‘el aceitunero de Mansilla’ por un montón de pueblos y comarcas; como decía, reposaban las jijas o picadillo antes de ser embutidas para hacer chorizos… ahí llegaba la abuela con la caceta, las ponía en el sartén a fuego lento, freía unas patatas, luego unos huevos de pita de aquellos con yema amarilla, lo extendía sobre aquellos largueros de porcelana, y cuando llegaba el personal de sus labores y de la escuela, aquello se fundía en uno de los mejores platos que el que les escribe ha probado jamás y, si además, la madre, con las patatas, también freía unos dientes de ajo dorados, entonces la cuestión ya entraba en el libro de la memoria, incluido el sabor tan agradecido de un plato tan humilde y sencillo. Otro de los platos que no se pueden dejar de lado, entre los muchos que se hacían, era el del hígado encebollado. Aquí no quiero entrar en recetas, que cada maestra tenía la suya y todas buenas, pero la cebolla es la gran culpable de que este riquísimo plato, ahuyente las hambres, colaborando a que las tardes de trabajo duro en el campo fueran más llevaderas. Y de la papada… y las carrilleras… lo dejo a su imaginación.

Y hay que hacer un recordatorio a las sabrosas empanadas de las abuelas y madres en el horno de barro, con aquella masa madre de hurmiento y que rellenaban de aquellas sobras de los cocidos, o metían en sus adentros tocino y jijas con huevo cocido, o aquella panceta entreverada con sofrito de tomate y pimientos. Era usual que la familia que celebraba la matanza quisiera obsequiar a ciertas personas, familiares, alguna vecina, con un plato de productos frescos de la matanza. Es lo que se llamaba ‘el Presente’. Por ello, pasados uno o dos días, a ciertos amigos o familiares que aún no habían hecho la matanza, para hacerles partícipes de la abundancia de productos frescos, se les hacía entrega de “el Presente» : un trozo de tocino, un hueso de espinazo, morcilla, lomo, hígado y alguna otra cosa. En muchos casos, el presente era una forma sabia de intercambiar los productos frescos del cerdo. Así, cuando la persona que recibía el presente mataba su cerdo, devolvía un regalo parecido. De esa manera se podía comer carne fresca de cerdo durante unos días. Solía entregarse en un plato de loza tapado con una rodea. Era común que lo entregara alguno de los hijos pequeños de la familia, a quien se le agradecía con una propina. Pintores, literatos y escritores costumbristas se han servido con frecuencia de este tema para llevarlo a sus obras. Y recuerden… «En habiendo vino, aceite y manteca de cerdo, media botica tenemos».