martes, 28 de abril de 2015

EXPOSICIÓN TEMPORAL: Por los senderos de la tradición. Costumbres y Ritos en Castilla y León

DÍAS: 29 de abril-31 de mayo
INAUGURACIÓN: miércoles, 29 de abril, 12 h.

LUGAR: Museo Etnográfico Provincial de León. Mansilla de las Mulas.



La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León, programa para el mes de mayo la Exposición Temporal Itinerante denominada POR LOS SENDEROS DE LA TRADICIÓN. COSTUMBRES Y RITOS EN CASTILLA Y LEÓN que promueve la Dirección General de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León a través de la Delegación Territorial de Cultura de León.

La exposición ha sido producida por la Junta de Castilla y León y actualmente itinera dentro del Programa Regional denominado “Exposiciones Alacarta”, que se está ejecutando desde octubre de 2012. El objetivo de la iniciativa es doble, por una parte promocionar a los artistas visuales y, por otra, apoyar a los diferentes centros expositivos de Castilla y León mediante la colaboración con diferentes administraciones. En este trimestre ha llegado a la Delegación Territorial de León con la gestión del Servicio Territorial de Cultura de dicha Delegación, y durante el mes de mayo se exhibirá en la sede del Museo Etnográfico Provincial de León en Mansilla de las Mulas, estando prevista su inauguración para la mañana del miércoles 29 de abril a las 12:00 h.

En esta exposición fotográfica se muestran costumbres y ritos de Castilla y León a través de 41 instantáneas en las que el autor, José Alonso Martín, presenta, no solo el paisaje lleno de luz y claridad, sino también el paisanaje y el alma de los pueblos de la región con sus ricas tradiciones. José Alonso Martín, fotógrafo profesional desde 1982, lleva recorridos con su cámara al hombro, desde hace más de quince años, varios miles de kilómetros fotografiando las fiestas y tradiciones que existen en Castilla y León; algunas de ellas aparecen plasmadas en su libro "Por los senderos de la tradición", editado por la Diputación de Salamanca.

En el mundo rural se suceden a lo largo del año numerosas manifestaciones folclórico tradicionales, que ponen de manifiesto el sentir popular que aflora en sus gentes mediante la convivencia cotidiana y la creencia en una identidad colectiva, al mismo tiempo que reafirma la existencia de la comunidad humana en un entorno a veces duro y sacrificado. Son muchos los pretextos por los que se ponen en funcionamiento todo este tipo de rituales (laborables, religiosos, paganos, gastronómicos, incluso deportivos como la carrera del pavo en Segovia, o la fiesta de las piraguas en Alar del Rey). 

Nuestra tierra es rica en este tipo de manifestaciones, a pesar de que este género está cada vez mas mermado en comparación a tiempos pretéritos, debido a varios motivos como son: la despoblación, un cambio de valores y creencias, la modernización de los sistemas de vida… Pero, no por ello podemos dejar de ver y disfrutar cada año, que los protagonistas de la fiesta tengan el compromiso de acudir a la cita con unos rituales, que han sido heredados de padres a hijos en el transcurso de los años, incluso siglos, en un legado en el que pueden aparecer fiestas de águedas, mascaradas de invierno, paganos carnavales, o la sentida Semana Santa, que tan reconocida está fuera de nuestras fronteras.

ACTIVIDAD REALIZADA
D. F.Javier Lagartos Pacho, Técnico Superior del Museo Etnográfico Provincial, en varios momentos de su explicación de la Exposición, junto con el público asistente.





domingo, 26 de abril de 2015

NOTICIA: Con bailes a la Virgen



El grupo de danzas local "Virgen de las Angustias" .- medina

Armando Medina/ Pobladura 26/04/2015

Los vecinos de Pobladura de Pelayo García cumplieron un año más con su promesa a la Virgen de las Angustias. Ayer renovaron su voto con la patrona, como llevan haciendo desde hace más de dos siglos. El pueblo celebra una fiesta en su honor a cambio de que Ella proteja sus campos y guarde sus cosechas.

El origen de esta celebración se pierde en la memoria de los tiempos. Cuentan que una niña muy enferma pidió la Virgen que la curara. Y así sucedió. Desde ese momento los vecinos comenzaron a honrar a la Señora con una fiesta. Y además lo iban a hacer bailando. Así nació el Grupo de Danzas que, a pesar de la despoblación del mundo rural, hoy se encuentra con una buena salud, después de vivir años de preocupante escasez de efectivos.

Tras la procesión, que tuvo lugar a primera hora de la tarde, el frontón municipal cubierto se llenó para presenciar la cuarta edición de Certamen de Danzas que contó con las exhibiciones de los dos grupos mencionados, el local Virgen de las Angustias y los avilesinos Esbardu.

sábado, 25 de abril de 2015

NOTICIA: Los pendones coronan la Cruz de Ferro.

A.G.V. |CRUZ DE FERRO 25/04/2015
 
Los pendoneros junto a los paños en la Cruz de Ferro.
Fotografía: EMIL Y PÉREZ CELA

Reto conseguido. Los pendoneros de La Bañeza lograron el jueves hacer ondear su seña de identidad junto a la Cruz de Ferro, uno de los emblemas del Camino de Santiago.

No lo hicieron solos y en la hazaña estuvieron acompañados por los paños, las varas y los pendoneros de Santa Catalina de Somoza, Santa Colomba de Somoza y Palacios de la Valduerna. Cuatro grandes ejemplos de apoyo a una de las tradiciones más singulares del viejo Reino de León.

miércoles, 22 de abril de 2015

COLABORACIÓN: ¡A LA HIERBA…!

Por nuestra montaña, de junio a agosto, hay que recoger la hierba para el duro invierno

 Autor: Toño Morala

Con el rastrillo amontonando la hierba
 
Ya no quedan varas de hierba o balagares por los prados de nuestra montaña, apenas si queda ganado en los puertos, y apenas si hay gentes en los pueblos. Acabaron  con todo los malos políticos, los intereses particulares y personales… y lo que es peor, engañaron a un montón de personal diciéndoles que en las ciudades se vivía de maravilla. Ya no comento más al respecto.
 


Amontonando la hierba para llevar a las tenadas o hacer balagares


Antaño, se iba a la hierba desde junio hasta principios del mes de agosto, dependía de las zonas, del tiempo, de cómo estuvieran los prados para segar, y un largo etcétera que no viene al caso; pero el caso es que había que trabajar de lo lindo para que los animales tuvieran hierba para el duro invierno. Los paisanos y paisanas se preparaban para llegar a los prados, algunos muy pindios; llegaban en carro de vacas hasta donde llegaba el camino, después, tiraban de caballerías y forcaos, o  angarillas encima de burros o caballos.
 
Forcao en Retuerto
 De esa  manera recogían la hierba y la bajaban para las tenadas, heniles,  y cuando  no había sitio, hacían los balagares o varas de hierba  en prados más cercanos a las cuadras. La Bertolini, todavía no había llegado… y cuando llegó, solo la usaban para los prados más suaves; para los de cuesta arriba… ahí no había nada que hacer, a segar a guadaña, que previamente a la puerta de la casa, o debajo de cualquier soportal, el paisano la picaba con paciencia y sabiduría. Cabruñar llaman en sitios varios a este trabajo, y también llevaban el pequeño yunque y el martillo especial para hacer ese trabajo en los prados. Al cinto o atado con una cuerda siempre el segador llevaba el cachapo, también llamado zapico, canao, depende de las comarcas…  es un recipiente de madera, cuerno o metal destinado a transportar la piedra de afilar la guadaña durante la siega. Si eres diestro, siempre se lleva en el lado izquierdo de la cintura. El filo de la guadaña pierde su capacidad de corte durante el uso, y debe afilarse cada cierto tiempo, para lo que la piedra debe guardarse en agua. Es un utensilio exclusivamente europeo, asociado a la guadaña, la siega y la ganadería generalmente bovina. Hay que meterle un poco de hierba para que haga de cuña y no se pierda la piedra de afilar que va adentro.

Un paisano picando la guadaña. Queda muy poca gente que sepa
cabruñar la guadaña.
 
 Podríamos hablar y escribir largo y tendido sobre la recogida de la hierba; los más mayores todavía se acordarán de segar a guadaña, de picarla, de afilarla, de saber sostenerse en los prados más pindios, y de tener mucho cuidado de no rebanarse una pierna o mano al apoyarse sobre los inclinados prados. A veces, la guadaña estaba por encima de la cabeza, uno tenía que saber muy bien lo que hacía pare evitar graves accidentes. 
Después de segar, hay que bajar la hierba hasta el camino transitable; las maneras de bajarla iban desde poner unas cuerdas o maromas cruzadas en el suelo, atarlas y cargarlas sobre los hombros; cargar el burro o caballo garañón sobre las angarillas, unos soportes que se cargaban a tope, apenas se veía el animal, o aquellos forcados con suelo de madera a modo de trineo, y que enganchados a los animales entraban en estos lugares tan inaccesibles para los carros. 
Carga de hierba sobre angarillas. Década de los 50
Las praderías de alta montaña tienen como denominador común su riqueza  en buenos henos para el ganado, de ahí que algunas ganaderías minifundistas se instalaran en esas zonas. Ahora parece ser que ya no les quieren recoger la leche, el ganado de carne vale poco dinero, y apenas es rentable tener animales en los puertos, quedan cuatro buenos ganaderos, y en cuanto se jubilen, a ver quién tira del ganado. Algún joven hay por ahí, pero si las administraciones  no hacen más por mantener este tipo de explotaciones, se acabará por abandonar los pastizales y los montes, y lo comunal, y ya  no habrá quién lo cuide.
Toda la familia a la hierba hasta el perro.


Recogida de la hierba en Morgovejo

La ubicación de los prados seguía las vertientes de los arroyos que bajaban de los montes, los alrededores de los manantiales y las vaguadas húmedas. “Cuando los prados se tenían en renta, en el mes de enero era cuando había que dejarlos. Hasta enero eras tú dueño de ellos, a no ser que el dueño te lo requiriese. Había gente que llevaba de renta tierras y prados. El pago era en dinero, pero poco…”, comenta un pequeño ganadero de montaña. Se madrugaba mucho para ir a segar y hacia las nueve se paraba para tomar "la parva" o almuerzo que llevaban las mujeres para el prado, pues se empezaba a segar al amanecer. Los hombres, a continuación, seguían segando hasta mediodía; bebían vino de las botas que los niños se encargaban de que estuviesen llenas y frescas. Cerca del medio día, paraban de segar y "revolvían"(daban la vuelta) a la hierba que se había segado la víspera y después "almorzaban" a base de cocidos, embutidos, etc. Eran las mujeres y los niños quienes, por regla general, daban la vuelta a la hierba, después se amontonaba; a la mañana siguiente y ya con sol, se volvía a esparcer hasta su curación. Había que ser un experto en cargar el carro… de lo contrario es mejor no hablar de la que se podía preparar. Y el duro trabajo de ir a la hierba se terminaba cuando los heniles estaban llenos, y el ganado estaba brillando por los buenos pastos de la montaña.

Bajando por el prado, con el freno de la sabiduría.

Como tantos símbolos, la guadaña encierra un significado dual: representa la muerte pero también la cosecha, acabamiento y renacimiento, consumación y esperanza. Principio y fin. Pero el cine ha eclipsado otra iconografía de la guadaña que no sea la muerte, desde Vampyr (1931) de Carl Theodor Dreyer hasta  La cinta blanca (2009) también titulada El lazo blanco, de Michael Haneke, en la que un campesino destroza con la guadaña un campo de repollos, como si cercenara cabezas; una escena que pone los pelos de punta. Uno se resiste a ver a la guadaña como símbolo de muerte… les cuento una pequeña historia. “De niño, podía pasarme horas viendo a mi abuelo segar un  prado de hierba y, de hecho, me las pasaba contemplando la danza de la guadaña: el giro de la cintura con el trazo elegante del semicírculo de derecha a izquierda, el magnífico compás, el siseo en el tajo de la hierba... Y el perfume de la hierba que yo recogía en brazados e iba formando pequeños montones mientras mi abuelo segaba. Cada cierto tiempo, le daba la vuelta a la guadaña y la apoyaba en el extremo del mango, sacaba la piedra de afilar que llevaba sujeta entre el cinto y el pantalón de mahón, y la pasaba por el filo de la cuchilla, dos veces de izquierda a derecha por encima y dos veces de derecha a izquierda por debajo del corte, y otras dos veces por cada lado. A menudo, mientras afilaba la guadaña, silbaba “ay Carmela”. Luego volvía a meter la piedra de afilar en el cinto, daba la vuelta a la guadaña y seguía la danza de la siega”. Y además no se daba nada de importancia; siempre le recuerdo sonriendo y guiñando el ojo en plan broma.
Vara de hierba en Villamanín
 
 Era muy amigo de muchos asturianos… y contaba otra bonita historia… esta vez con ironía,  pero con buen corazón. “Lo cierto es que en la montaña leonesa, el asturiano es objeto de broma: el que hizo el molino de Juan Horcadas, en un cerro, sin agua, fue un asturiano; el que se empeñó en coger la Luna, antojándosele que era un queso, porque estaba reflejada en el río grande desde el puente Torteros, y llevó un chapuzón, fue un asturiano; los asturianos no comen más que boroña (pan de maíz), y beben vino cuando pasan el Puerto. Y están envueltos siempre en niebla, y tienen brujas y duendes, y sus vacas y sus ovejas son pequeñas… los males que ocurren aquí son causados por asturianos. Si el Cierzo hiela los arbejos (guisantes) y las patatas, es que el asturiano se puso la montera; si llueve en primavera, es que lloran los asturianos. Es el asturiano “loco y vano, poco fiel y mal cristiano”, según la copla leonesa.   Mancebo Valbuena, J. J., Lazo de almas, León, 1936, 1960. Sería muy bueno saber qué opinan los vecinos asturianos de las gentes de la montaña de León. Sé que hay grandes lazos de unión entre las buenas gentes, entre hermanos hijos del carbón y de la montaña. “Unce las vacas Ramona, que nos vamos para la hierba, échame un zapico de leche que tengo seca la lengua… segador que estás segando debajo de la burrina, si  no corta la guadaña… saca la piedra y afila”
Sin vara de hierba no hay vida.
 
 

martes, 21 de abril de 2015

NOTICIA: Descubren restos de una forja de hierro medieval en el monasterio de Carracedo

Los historiadores Fernando Miguel Hernández y Ana Viñé, autores de la excavación, creen que servía para trabajar el mineral de las minas de La Chana en Borrenes.


Un momento de la excavación, realizada la pasada Semana Santa. L.N.C.

lanuevacronica.com
N. González | 20/04/2015
Herramientas para labrar la tierra y otros usos agrícolas, herraduras para los caballos, rejas y diferentes elementos para los edificios y también para construirlos y romper la piedra u horadarla. El uso del hierro ha sido, desde su descubrimiento, fundamental para muchos tipos de trabajos y para eso era necesario el trabajo de los herreros en las forjas. En el monasterio de Santa María de Carracedo, fundado en el siglo X, los historiadores Fernando Miguel Hernández Ana Viñé esperaban encontrar restos de una forja que sirviera para demostrar que el trabajo del hierro en el interior del edificio era una parte esencial de su actividad diaria, y los han encontrado, sólo que en vez de ser de una forja de la época cisterciense del siglo XVII, como esperaban, son muy anteriores, de la época fundacional del monasterio.

«Han aparecido indicios de la forja medieval, lo que acrecienta el valor arqueológico e histórico del descubrimiento», explica Hernández.


Para los promotores de la excavación, que ha tenido el respaldo de la Dirección de Patrimonio de la Junta y del Instituto Leonés de Cultura, esta forja medieval vendría a demostrar la explotación que los monjes realizaban en esa época de las minas de hierro de La Chana de Borrenes, ya que existe un documento de 1227 que acredita el usufructo del monasterio del mineral extraído de esa explotación. El profesor Antonio Balboa de Paz ha estudiado este documento y ha asesorado a Hernández y Viñé sobre cómo se realizaba el trabajo del hierro en La Chana y su traslado al monasterio.


En la excavación, que se realizó durante la pasada Semana Santa, también participó la arqueóloga Susana Carballo. Aunque no se encontraron restos del horno y del yunque, la pequeña superficie en la que se ha intervenido, de unos 2,5 metros por cinco, no ha permitido descubrir nada más porque las instalaciones de la forja están bajo los muros de los siglos XVII y XVIII del claustro de la Hospedería del monasterio.


Aun así, los expertos han podido registrar hasta siete kilos de escoria de hierro, una concentración muy alta que indica que el trabajo de forja se produjo justo ahí. Los restos se encontraban tapados bajo una capa de relleno que se realizó cuando se construyó después el claustro, ya en época cisterciense. «La forja se cubrió con tierra para construir encima el claustro de la Hospedería, pero su uso fue de la época medieval, de los siglos XII o XIII como mucho, y encima se construyó un espacio sobre el que encontramos restos de fuego y de un hogar, que pensamos que podía ser un sitio utilizado para el secado de la matanza», explica Hernández, que además de estas labores como arqueólogo es profesor del Colegio Leonés.


Hernández y Viñé quieren exponer los resultados de esta excavación en un congreso que se celebrará este verano en Francia y los incluirán dentro de un proyecto que han titulado Minería y metalurgia de los monasterios cistercienses del Reino de León.

jueves, 16 de abril de 2015

PIEZA DEL MES: ABRIL 2015

“CRUZ DEVOCIONAL. Arte religioso privado”.

Investigadora: Marian Gorín
                       Historiadora del Arte

Sábado, 18 de abril 18,30 h.
Área 21: Religiosidad Popular. Segunda Planta.
Museo Etnográfico Provincial de León
Mansilla de las Mulas. Actividad Gratuita

    
     La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León, este mes de abril en el Actividad  “Pieza del Mes”, ha programado continuando con la conmemoración del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, un objeto relacionado con la religiosidad popular como es la Cruz devocional del siglo XVII, con representación pictórica muy probable de Santa Teresa de Jesús. En esta ocasión será Dª Marian Gorín, Historiadora del Arte quien nos introducirá en este tipo de cruces relacionadas con el arte religioso privado conventual.

Se trata de una cruz franciscana barroca “de celda” o “de convento”, llamada así por ser utilizada en el interior de las dependencias de los monasterios y conventos por los religiosos,  con fines devocionales privados.  Se hará una aproximación histórica y artística al objeto, que abarcará desde su descripción física e iconográfica, hasta la evolución tipológica sufrida por las cruces franciscanas a través del tiempo, añadiendo también una breve comparación con otras cruces coetáneas de similares características. 

De este modo se irá desglosando en diferentes apartados su función principal, así como la historia que hay detrás de las figuras representadas en la cruz, con una sucinta explicación hagiográfica dentro del contexto cultural en el que fue creada, esto es, el siglo XVII, y que fue conocido como “el siglo de los santos españoles”, aprovechando igualmente la ocasión del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús para hacer mención de su presencia en esta cruz. 

 Asimismo, se hará hincapié en su aspecto plástico,  por ser un objeto de excelente acabado y de significativa calidad técnica, con lo que buscaba inducir a devoción, a la vez que exaltar el martirio como vocación misionera en los integrantes de la orden. En definitiva, se trazarán los principales aspectos de este magnífico objeto de religiosidad privado y que no son tan conocidos precisamente por el destino para el que fueron creados.

 
 
ACTIVIDAD REALIZADA
Dª Marian Gorín en varios momentos de su disertación sobre la Cruz Devocional.
 








 
 



 

domingo, 12 de abril de 2015

NOTICIA: En abril, compras mil

Asemac reúne en la plaza Mayor a 30 empresas que promocionan el sector y ofrecen alternativas para santo Toribio.
 
 
La Feria del Comercio, organizada por Asemac, presume
artesanos y empresarios, con varias demostraciones, y de
historia, con el desfile de los romanos.- marciano
a.g. valencia | astorga 12/04/2015
Es una cita casi obligada. Abril es desde hace siete años sinónimo de feria en Astorga. El comercio sale a la calle para promocionarse y ofrecer alternativas para el puente de santo Toribio. El patrón lo ha conseguido. No sólo los astorganos se quedan en ‘casa’, son muchos los visitantes que durante estos días se acercan a la capital maragata.
 
La enorme carpa instalada en la plaza Mayor ya anuncia que hasta mañana habrá novedades, y es que ayer se dio el pistoletazo de salida a esta edición de la feria, donde participan 30 empresas de la ciudad y las comarcas. La alimentación ha ganado peso, aunque en el ‘centro comercial’ bajo la lona blanca se puede encontrar desde artesanía a ropa. Abril no sólo va a ser mes de lluvias, también de compras mil.
 
El presidente de la Asociación de Empresarios de Astorga y Comarca (Asemac) — organizadora del evento con la colaboración municipal— Isaac de la Fuente fue el encargado de inaugurar la feria, agradeciendo la participación de todos los comercios, «fundamentales para el dinamismo de la ciudad», aseguró, recordando que «es imprescindible que todos arrimemos el hombro para que nadie se vaya de Astorga». La alcaldesa, Victorina Alonso, también hizo un guiño al sector empresarial y a Asemac «por esta renovada iniciativa, que permite a los comerciantes mostrar los atractivos que hacen grande a esta ciudad», apuntó. La regidora confía en que la feria siga la tónica de años anteriores, atrayendo a multitud de visitantes para que «conozcan también nuestro rico patrimonio y singular gastronomía».
 
Y es que el patrón también procura cada año que los paladares puedan recrearse y se queden con buen sabor. Por eso a las treinta empresas participantes en la feria del comercio, se suman más de una veintena de bares que ofrecen tapas especiales y otros tantos restaurantes que vuelven a servir en la mesa el potaje de santo Toribio.
 
La receta del éxito se completa con la tradición. Por eso ayer las enseñas de los pueblos lucieron bien alto en el desfile de pendones, los romanos presumieron de escudos e historia y los maragatos bailaron a ritmo de castañuela, dulzaina y tamboril. La fiesta sigue hoy, con talleres para niños, mucho deporte y buenas compras.
 
De la Fuente inaugura el evento, junto con las autoridades.- a.v.
 

sábado, 11 de abril de 2015

NOTICIA: El Museo Etnográfico de Riaño estrena personaje

La figura es una mujer subida a unos zancos que sirven para recordar el uso de este ancestral sistema de transporte y homenajear una vecina que con 90 años todavía sabía usarlos.
ileon.com

La tía Dámasa (izda) en una foto cedida por su familia y
a su lado el nuevo personaje del Museo recreando la escena.
Nuevo atractivo para una visita a uno de los museos etnográficos más completos de la geografía provincial, el de Riaño. Desde hace unos días los visitantes que se acerquen a las instalaciones del Museo Etnográfico de Riaño se van a encontrar con un nuevo personaje: una mujer anciana subida en unos zancos les dará la bienvenida.

Con esta incorporación se trata de recordar un objeto tradicional- los zancos- utilizados en la Montaña de Riaño desde antaño, como medio de transporte rudimentario, a la hora de cruzar los ríos, cuando las fuertes crecidas del invierno, arrastraban los pontones de madera, ya que facilitaban el acceso a fincas y prados.
Los palos, de haya, se cortaban rectos con una horquilla en medio, donde se asentaba el pie, sobre un trenzado de varas maleables de salguera (belortas) que cortadas en invierno, no rompen al doblar.
La figura que se representa es en honor a la Tía Dámasa, que a sus 90 años todavía se subía a los zancos, tal y como se aprecia en la imagen de los años setenta cedida por sus familiares. De igual modo es un homenaje a todas las mujeres de la Montaña de Riaño, que como la Tía Dámasa, dedicaron su vida al trabajo, utilizando los zancos para cruzar los ríos y poder acceder a sus fincas y ganados.
Un panel explicativo en inglés y español completan la escena de este interensatísimo museo que bien merece una visita a Riaño.

NOTICIA: Localizan en la Cabrera el santuario rupestre más alto de la provincia

Ubicado en Manzaneda, a más de 1.400 metros, podría remontarse al siglo V a.C

El santuario ubicado en la parte más alta del castro. A la izquierda se aprecian
algunas cazoletas practicadas en la roca - J. FERNÁNDEZ LOZANO 
E. GANCEDO | LEÓN 10/04/2
En febrero de 2008 la aparición de dos extraordinarios conjuntos de petroglifos en el valle del Duerna hizo prender la mecha de una singular ‘caza’ de laberintos y cazoletas en todo el suroeste leonés. Una persecución que propició hallazgos de la más diversa índole —algunos más valiosos y antiguos que otros— y que ahora se ha visto enriquecida con el que probablemente sea el santuario al aire libre más espectacular de todo León. Javier Fernández Lozano, investigador de la Universidad de Salamanca y doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Utrecht, es el autor de este descubrimiento en torno a un auténtico ‘nido de águilas’ arqueológico aupado a más de 1.400 metros de altitud.
«Se trata del primer santuario rupestre con altar que aparece en la Cabrera. Está situado en Manzaneda y presenta una serie de inscripciones compuestas por cazoletas y surcos que en algunos casos se intersectan —explicó este especialista—. El castro, de época prerromana, esto es, datable entre los siglos V y I a.C., fue identificado con ayuda de fotografías aéreas por los arqueólogos de la Junta de Castilla y León, que centraron su estudio en el estilo de construcción de los paramentos de la muralla».
Fernández Lozano, buen conocedor de la zona y coautor del libro Ruta romana del oro en la Valdería, añade que en el último inventario arqueológico realizado en la zona, «Julio Vidal describe la muralla como un paramento de losa en seco, pero no analiza la parte interna del mismo. Ahora, el estudio que hemos realizado nos ha permitido detallar la presencia de un altar en la parte más elevada del castro. Situado en su zona central, se identifica en él un conjunto rocoso singular caracterizado por una cresta de roca volcánica y una losa de piedra subhorizontal. Esta última presenta varias cazoletas y surcos que bien pudieron servir para la realización de libaciones y otros ritos».
Y así, además de esas marcas hechas por la mano del hombre, el resto de aspectos que permiten identificar el lugar como altar rupestre son, sobre todo, y como dice, «su situación geográfica, con una vista inmejorable a una montaña tan importante para aquellas gentes como es el Teleno; la abundante presencia de manantiales —en época prerromana el agua era un símbolo divino, de paso entre la vida y la muerte—; y el hecho de encontrarnos en una zona de contacto entre dos litologías, la roca volcánica y la pizarra».
Rasgos que permiten a este leonés, experto en sistemas de información geográfica, asegurar que estamos ante el primer santuario al aire libre identificado en la Cabrera, y de condiciones similares a los existentes en Zamora (Villardiegua de la Ribera) y Ávila (Ulaca). La diferencia con esos castros más meridionales estaría en que los paramentos de muralla de aquéllos se encuentran muy bien definidos, incluso cementados en ocasiones; mientras que los leoneses, de piedra seca, no cuidan tanto el aspecto externo de sus muros. «La explicación habría que buscarla en que son castros más antiguos o en su economía ganadera, de ámbito más reducido». Y es que no son pocas las preguntas planteadas tanto por el castro de Manzaneda como por su recién descubierto santuario. Por ejemplo, avanza Fernández Lozano, «¿qué ocurrió con aquellas gentes, dado que no existen en el lugar indicios de resistencia o combate?». Y, ¿qué tipo de rituales se desarrollaban en el altar? «Probablemente tendrían un sentido ritual o iniciático, y es muy posible que aquí se juntaran gentes de las poblaciones cercanas para esas celebraciones». Leche o sangre de animales —¿incluso humana?— podrían correr entonces, a la vista del dios Teleno, por los surcos del altar.
«En breve volveremos al lugar para efectuar un estudio más exhaustivo», promete Lozano.
Vista general del castro con su muralla en torno, un enclave situado a
1.416 metros - J. FERNÁNDEZ LOZANO

miércoles, 8 de abril de 2015

NOTICIA: En honor a los nómadas de Babia

Por la senda de los Vaqueiros de Alzada, siguiendo a los nómadas de Babia. San Emiliano traza una ruta en su homenaje. Lo hace en colaboración con los concejos del otro lado del Puerto, con los pueblos en donde vivieron con derecho propio la mitad del año y eran vecinos con todas las de la ley. Saldrá la ruta el 8 de mayo para unir Las Regueras con Torrestío. Un recorrido por los paisajes que vieron y vivieron los vaqueiros, los vecinos más singulares de esta tierra de prodigio.

SUSANA VERGARA PEDREIRA 03/04/2015
En honor a los nómadas de Babia. - JESÚS F. SALVADORES

diariodeleon.es
Tocaban las campanas cuando regresaban a casa, con el deshielo asomando por las puntas de las montañas. Venían con sus familias de pasar el invierno en latitudes más templadas, al otro lado del Puerto, donde el paisaje su suaviza al mismo tiempo que el clima y todo se encamina hacia el mar.
Iban y venían con su ganado. En otoño hacia a Asturias, en primavera de vuelta a Babia. Siempre buscando los mejores pastos. En honor a los Vaqueiros de Alzada, a los trashumantes singulares de la montaña leonesa, los pueblos que han visto sus vidas nómadas se unen en una ruta que recorre los paisajes que vieron y en los que vivieron los Vaqueiros de Alzada.
Partirá la marcha el 8 de mayo entre Las Regueras y Torrestío, una ruta de tradición, cultura, naturaleza y amistad ancestral. Desde el siglo XII recorren estos caminos en trashumancia, de las brañas y los pueblos de verano, de los pastos de la montaña a las praderas asturianas. Eran vecinos de las dos zonas, tenían una doble residencia, con casa de verano en Babia y de invierno en las ‘marinas’, que ellos llamaban así por su proximidad al mar. Tenían, y ejercían, plenos derechos de vecindad en ambos lados de una frontera que para ellos era sólo una cuestión administrativa, simples papeles porque su vida era otra, en libertad, sometida al rigor del tiempo, emparentados entre ellos, con sus apellidos y su propia cultura, con un folklore único, subsistiendo de una economía agrícola y ganadera alimentada con la venta de algunos productos y la arriería. Con el tiempo se especializaron además en oficios que terminaron dominando. Así se convirtieron en especialistas en la castración de animales y en la curación de enfermedades, también humanas. Su conocimiento de las plantas hizo de ellos grandes curanderos.
Durante muchos siglos fue una de las actividades predominantes de la zona. Tanto que durante siglos Torrestío se quedaba prácticamente vacío en invierno, y eso que la localidad era la que más habitantes tenía, disponía de administración propia y hasta tenía jueces y cárcel.
En 1485, los vaqueiros se unen para defender sus intereses y toman por primera vez conciencia de grupo. Tal vez eso, tal vez su dominio de la cura de enfermedades, tal vez las envidias de los terratenientes, enfrentados por la propiedad de los pastos, los recelos de los vecinos asentados en los pueblos, que les llamaban extranjeros y viandantes, o quizá la discriminación a la que los sometió la Iglesia por no pagar los diezmos, acabó tejiendo sobre ellos una leyenda negra. Pero ellos resistieron. Como estirpe. Es aún una cultura viva, que se ha mantenido inalterable durante siglos.
Son tal como eran. Y así, como vaqueiros, viven aún en Babia cinco familias. Descendientes de una forma de vida mítica a la que Babia a este lado y Santo Adriano, Proaza, Teverga, Quirós, Oviedo y Las Llaneras al otro rinden tributo. Sus vecinos caminarán, a pie o a caballo, como hicieron ellos durante siglos.

II Ruta de los Vaqueiros de Alzada. Del 8 al 10 de mayo. Plazo de inscripción: hasta el 30 de abril. Entre Las Regueras y Torrestío, 63 kilómetros a pie o a caballo. Comida tradicional en Torrestío el 10 de mayo. Cuota de inscripción de la ruta: 25 euros. Autobús de regreso: 10 euros. Se duerme en polideportivos. vaquerosdealzada@gmail.com.


VISITA GUIADA AL MUSEO ETNOGRÁFICO PROVINCIAL DE LEÓN


ACTIVIDAD REALIZADA



viernes, 3 de abril de 2015

NOTICIA: La revista de los ‘pendoneros’

Ya está en la calle el primer número de la publicación volcada en los emblemas concejiles leoneses, dedicado a las tradiciones de Cimanes del Tejar y su municipio.

Portada de la revista.- dl

dl | león 02/04/2015
La asociación cultural Pendones del Reino de León ya ha puesto en la calle el número uno de su nueva revista Pendón por pendón, León, «un altavoz periódico de divulgación para nuestros pendones y todo lo relacionado con ellos en cada concejo o ayuntamiento de las tierras con identidad leonesa, nacida a comienzos de este año 2015 como realización de un viejo y querido proyecto de difusión», como manifestaron fuentes de este inquieto colectivo.
 
Tras el número cero, dedicado al señero ‘pendón de tierra’ de la histórica Hermandad de la Sobarriba —ayuntamientos de Valdefresno y Villaturiel—, este primer número se dedica de forma íntegra al municipio de Cimanes del Tejar, y en especial al pueblo de Velilla de la Reina y entorno, cuna de cultura y pendón, y calificado por algunos como «oasis de la cultura tradicional leonesa».
 
La publicación mantiene su tirada inicial de 1.500 ejemplares —la periodicidad es bimensual— y se hará llegar a los responsables de las instituciones y a los colaboradores, así como a los responsables de cada agrupación local de pendones concejiles que componen esta asociación de carácter nacional y que tiene su actuación en el ámbito del antiguo Reino de León. Igualmente se hará llegar por correo, previa petición, a cuantos interesados hubiera.
 
«La revista será el medio de comunicación y de divulgación de los diversos pendones concejiles, sumando la identidad de cada lugar, sus costumbres, tradiciones, su historia e intrahistoria, aderezado todo ello con información culinaria y diversa sobre otros datos de interés que recabaremos por zonas o comarcas», prosiguieron.
 
El contenido
 
Y así, en este número uno se abre con los pendones del Ayuntamiento de Cimanes del Tejar, y en especial con la cultura y tradiciones propias de Velilla de la Reina y entorno, donde se interrelacionan antruejos, artesanía y sones populares, participación en la rogativa de Santa Catalina, la aportación del ‘voto’ de su pastor Alvar Simón —natural e hijo predilecto de Velilla— a la patrona del Reino de León, la Virgen del Camino, etc. «En próximos números les seguirán otros de igual calado y representatividad. Concretamente, ya está en marcha el trabajo para el número dos, dedicado a Bembibre en año en el que ‘el Santo’ vuelve a convocar a los pendones de nuestra hermosa tierra berciana», concluyeron.

NOTICIA: Charla-recital del acordeonista babiano Norberto Magín dentro de la Semana Cultural de La Cuesta


evoke -
diariodeleon.es
03/04/2015
La VIII Semana Cultural de La Cuesta (La Cabrera), dedicada en esta ocasión, y de manera íntegra, a los sonidos tradicionales leoneses, arrancó ayer con una charla-concierto sobre la gaita impartida por Luis Pedraza; y ese mismo sistema será el que emplee hoy en la Casa de Cultura, a las 18.00 y con entrada libre, el acordeonista Norberto Magín: Orixen y evolución del acordión, tal y como reza la versión en leonés del cartel. Al terminar habrá baile popular. La semana culmina mañana sábado con las charlas y recitales de David A. Cárcamo (La chifra y el tamborín, a las 18.00) y de Fran Allegre, sobre su labor como luthier, a las 19.00. | dl
 

NOTICIA: La Junta concede 41 permisos para el tradicional juego de las chapas en León


dl | redacción 01/04/2015 
   
La Junta de Castilla y León concedió ayer un total de 41 licencias del juego de las chapas, hasta el día de ayer en la provincia de León, para su celebración durante el próximo jueves, viernes y sábado de Semana Santa. 37 corresponden a establecimientos de la provincia y cuatro para celebrar corros en la capital.
 
La provincia con mayor número de autorizaciones en establecimientos ha sido Valladolid con 49, seguida de León con 41, Palencia con 37, Zamora y Segovia con 9 y finalmente Burgos con 7.
 
El desarrollo del juego consiste en que un apostante, de manera voluntaria, reta a los demás jugadores presentes en el corro a que las dos monedas, llamadas perras, que lanza al aire quedan en posición de “caras o lises”, según le convenga. Cuando el juego es al aire libre, no se podrá obstaculizar con el paso de personas o vehículos. A su vez, no se podrá formar un corro a menos de cien metros de un centro educativo, y sólo podrá realizarse durante las horas de luz natural.
 
Medidas mínimas
En el caso de que el juego se desarrolle en un local cerrado deberá ser un establecimiento autorizado como de pública concurrencia, y la sala donde se lleve a cabo deberá tener de ancho y largo, como mínimo, el doble del diámetro del círculo trazado para su desarrollo.
 
El juego se desarrollará durante las horas de apertura que permita la actividad, y se permiten varios corros en un mismo establecimiento, si cada uno se juega en salas diferentes.
Tanto el desarrollo del juego al aire libre como el de un local cerrado estarán controlados por el personal autorizado de la administración autonómica.